lunes, 25 de julio de 2016

PANORAMA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y LA IMPORTANCIA DEL EJERCICIO FÍSICO EN SU TRATAMIENTO

En el estudio que referencio se distribuyeron aleatoriamente 245 hombres con hipertensión moderada en dos grupos, uno de intervención conformado por 140 de ellos (8 semanas de entrenamiento interválico entre el 60 - 79% de la frecuencia cardíaca máxima) y otro de control con 105 personas que se mantuvieron sedentarios durante las 8 semanas. Cabe resaltar que los efectos beneficiosos que se mencionan se evidenciaron en el grupo de intervención.






























































En nuestro contexto...

Ante la gran prevalencia de esta enfermedad, como entrenadores personales debemos estar bien documentados y preparados para atender a la población afectada por la hipertensióan arterial.

El ejercicio intervalico moderado es una buena alternativa a la hora de prescribir el ejercicio para brindarle bienestar a la población hipertensa.

Es nuestra responsabilidad realizar intervenciones encaminadas a la prevención de factores riesgo y la promoción de estilos de vida saludables.

miércoles, 13 de julio de 2016

CULTURE SCIENCE : Adolescentes obesos y ejercicio físico

"Entre más gorditos más saludables" lo he escuchado mucho... ¿ y ustedes? Es momento de tener otra perspectiva frente al tema. Para ello Andrés Loaiza nos muestra evidencia sobre ejercicio físico y obesidad.



 CULTURE SCIENCE : Adolescentes obesos y ejercicio físico: Intervención . El grupo de ejercicio aeróbico sobre banda, elíptica o cicloergómetro, aumentaban gradualmente la duració...

lunes, 23 de mayo de 2016

MEJORÍA DE LA CAPACIDAD FUNCIONAL Y PREVENCIÓN DE LA FRAGILIDAD EN EL ADULTO MAYOR: SI TENEMOS OPCIONES





La fragilidad en el adulto mayor es un estado de vulnerabilidad que limita su desempeño en el entorno y lo predispone a la discapacidad. La inactividad se convierte en un actor principal del desarrollo de la fragilidad en el adulto mayor; es un claro marcador de la condición cardiovascular, el deterioro osteo-muscular y la resistencia a la insulina.

Las caídas, como consecuencias adversas de la fragilidad, se vuelven una causa primaria de la discapacidad en las personas mayores.  De acuerdo con la Organización Mundial de la salud, se estima que al año se dan 424 000 caídas mortales, lo que indica que las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones no intencionales, por detrás de los traumatismos causados por el tránsito






Más del 80% de las muertes relacionadas con caídas se registran en países de bajos y medianos ingresos, y más de dos terceras partes de esas muertes se producen en las Regiones del Pacífico Occidental y Asia Sudoriental. 

Las mayores tasas de mortalidad por esta causa corresponden en todas las regiones del mundo a los mayores de 60 años.


La relevancia de este tema ha llevado a que numerosos estudios encuentren en el Ejercicio Físico una manera eficaz de atender las necesidades de la población mayor en general. Así lo confirma el Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor (España,2014). A su vez A. Casas Herrero y M. izquierdo en 2012 destacaron las pruebas de velocidad de la marcha, time up and go (desarrollado por Podsiadlo), SPPB (Short Performance Battery Test) y fuerza de presión en mano dominante como herramientas esenciales a la hora de comenzar un programa de entrenamiento en población mayor. A continuación podrán ver cómo se lleva a cabo la prueba time up an go y el Short Performance Battery Test:



El entrenamiento de fuerza resalta como una medida preventiva muy potente en la prevención de la fragilidad, incluso en la reversión de la misma en personas mayores. Con el incremento de la fuerza y la masa muscular, el adulto mayor mejora su capacidad funcional y retrasa la situación de discapacidad.



De la misma manera los programas de entrenamiento multicomponente (equilibrio,fuerza, resistencia) se han soportado ampliamente para constituirse en una intervención con mucha eficacia para los adultos mayores frágiles.




En nuestro contexto...

Se estima que que una intervención multicomponente con frecuencia de tres veces por semana y con un volumen de 30 a 45 minutos tienen un mayor beneficios en términos funcionales.

El entrenamiento al 60% de una repetición máxima con la máxima velocidad en esa resistencia tiene efectos beneficioso en la potencia muscular de la persona mayor.

Como entrenadores tenemos la responsabilidad de dosificar las cargas óptimas en el programa de entrenamiento para el adulto mayor.

Es fundamental evaluar de manera continua el proceso del adulto mayor y ajustarlo a sus necesidades específicas.

Debemos promover hábitos saludables y crear una cultura preventiva en la población joven.






Referencias:

La, O. M. S. Nota descriptiva N°344. Octubre 2012

Andradas Aragonés, E., Labrador Cañadas, M. V., Lizarbe Alonso, V., & Molina Olivas, M. (2014). Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor. Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el SNS.

Izquierdo Redín, M., & Casas Herrero, A. (2012). Ejercicio físico como intervención eficaz en el anciano frágil. Anales del Sistema Sanitario de Navarra, 2012, 35 (1). Págs. 69-85.




jueves, 7 de abril de 2016

Día Mundial de la Salud: Vence a la diabetes




¿Te gustaría saber cómo el ejercicio físico mejoró la calidad de vida relacionada con la salud  en personas con Diabetes Mellitus tipo 2?

De acuerdo con la Federación Internacional de Diabetes en 2013 la población global con esta enfermedad era de 382 millones de personas, se estima que para 2035 este número aumenta a 592 millones.

Para Latinoamérica los datos muestran que en 2015 el número de personas con Diabetes de 29.6 millones de personas y se calcula que en 2040 habrán aproximadamente 48.8 millones.




Si bien las cifras son preocupantes, la modificación de hábitos de vida poco saludables (sedentarismo, mala alimentación, entre otros) es un factor protector para prevenir la enfermedad o mitigar los efectos de quien ya la padece.



En ese sentido, el ejercicio físico toma importancia al demostrar desde múltiples estudios epidemiológicos su eficacia en la salud mental y física de las personas con diabetes.

A través de las bases de datos científicas internacionales nos encontramos con una interesante investigación que hace referencia a la calidad de vida relacionada con la salud y un programa de ejercicio físico supervisado.

El estudio de referencia fue realizado por Valerie H. Myers y Col. En 2013 con el objetivo de establecer si el ejercicio mejora la calidad de vida relacionada con la salud en individuos sedentarios con diabetes mellitus tipo 2 y cuál modalidad de ejercicio (aeróbico, fuerza y combinado) es mejor sobre los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c).

La calidad de vida relacionada con la salud se debe evaluar en varias dimensiones del ser humano, física, emocional y social. Se utilizó el cuestionario SF – 36 (si deseas tener más detalles acerca del cuestionario haz clic en el siguiente link https://drive.google.com/file/d/0B77ol0_z13CGelhMVDJ3cUtfdGM/view) como herramienta para medir estas variables.

En estudios con intervenciones similares el ejercicio mostró un efecto positivo sobre la calidad de vida relacionada con la salud en personas con otras patologías como hipertensión, epoc y cáncer.
Un total de 262 adultos sedentarios con niveles de hemoglobina glucosilada entre 6,5% y 11 % fueron asignados al azar para los cuatro grupos (aeróbico, fuerza, combinado y control).

La intervención fue diseñada con volúmenes similares para los tres grupos. La intensidad para el grupo de ejercicio aeróbico fue entre el 50 % y el 80% de Vo2 máximo y la mayoría de la intervención fue llevada a cabo en la banda sinfín.

Los participantes del grupo de entrenamiento de fuerza realizaron ejercicio tres veces por semana, cada sesión consistía en dos series de ejercicios para la cadena cinética superior (press de banca, remo sentado, press de hombro, haló alto) tres series de 3 ejercicios de la cadena cinética inferior (prensa horizontal, extensión y flexión de rodilla) y dos series de flexión de columna y extensiones lumbares.
El grupo de ejercicio combinado tuvo dos sesiones de fuerza por semana, cada una consistía en una serie de los nueve ejercicios mencionados anteriormente. Para los grupos de ejercicio de fuerza y combinado cada serie tenía entre 10 y 12 repeticiones.

El grupo control realizó stretching y relajación con un volumen total de 45 minutos por semana.




En el componente físico los tres grupos de intervención tuvieron mejoras significativas en comparación el grupo control (fuerza p= 0,005, aeróbico p=0,001, combinado p= 0,015).


En la subescala de función física el grupo de entrenamiento aeróbico y combinado tuvieron mejoras significativas comparados con el grupo control (aeróbica p=0,025, Combinado p=0,003).



En la subescala de dolor corporal el grupo de fuerza reportó pequeños efectos en el dolor corporal comparado con el grupo control (p= 0,026).


 En la subescala de salud general los tres grupos de ejercicio mejoraron comparados con el grupo control (fuerza p= 0,003, aeróbica p=0,024, Combinado p=0,024).

Los cambios en el componente mental no presentaron diferencias estadísticas significativas entre el grupo control y los grupos de ejercicio (todos p> 0, 05).

En conclusión el estudio arroja que un programa de ejercicio físico supervisado mejora la calidad de vida en el componente físico en individuos diabéticos tipo 2 sin importar la modalidad de entrenamiento (fuerza, aeróbico o combinado).

Adicionalmente, a pesar de que el efecto del programa de ejercicios sobre el componente mental fue limitado, las mejoras se dieron en el grupo de entrenamiento combinado.
En la investigación se encontró que los tres grupos de ejercicio tuvieron mejoras en el componente físico comparado con el grupo control.

Finalmente este estudio proporciona evidencia sobre los beneficios que pueden obtener los adultos  diabéticos tipo 2 adhiriéndose a un programa de ejercicio físico sin importar su modalidad.

APLICACIONES PRÁCTICAS

Como entrenadores personales y de acuerdo a lo encontrado por Myers y Col. en 2013, contamos con tres modalidades de entrenamiento (aeróbico, fuerza y combinado) para mejorar el componente físico en la calidad de vida relacionada con la salud en personas adultas diabéticas tipo 2.

Debemos, desde nuestra prescripción, garantizar la adherencia a un programa de ejercicio físico que incida directamente en la calidad de vida relacionada con la salud en sujetos diabéticos tipo 2.

Aunque el estudio arroja efectos significativos en el componente físico de la calidad de vida relacionada con la salud, se sugiere continuar investigando al respecto pues el diseño de la investigación no permite que este estudio sea concluyente.

Saludo

Buenos días,

Soy Sebastián Restrepo,  Licenciado en Educación Física de la Universidad de Antioquia (2013) y Entrenador Personal desde hace 2 años.

Les doy  la bienvenida a mi blog, de ahora en adelante podrán enterarse y evidenciar, a través de la literatura científica, los efectos significativos del Ejercicio Físico en la salud y la calidad de vida de las personas.

Acá encontrarán la evidencia del impacto del Ejercicio en personas con patologías como hipertensión, obesidad, dislipidemias, diabetes, entre otras.

Con respecto a la diabetes, hoy siendo el Día Mundial de la Salud se hace énfasis en la lucha contra  esta enfermedad. Con relación a esto les comparto cifras relevantes:


                     

Los invito a ver mi siguiente entrada, la cual fue realizada en compañia de mi colega y amigo Andrés Felipe Loaiza de Culture Fitness, a quien agradezco sus aportes y valiosa colaboración.